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martes, 9 de noviembre de 2010

Manipulación, el arte de engañar a la historia

Existen muchos modos de entender la fotografía. Para unos se trata de un medio a través del que expresar sus sentimientos (aburrimiento, felicidad, hastío…), otros utilizan la imagen como testimonio (actualidad, hechos históricos, entrevistas…), como documento gráfico de algo que sucede en un momento determinado. Y para muchos de nosotros la cámara se ha convertido en un elemento más de nuestras vidas, de la generación 2.0 (blogs, móviles, redes sociales, páginas webs, participación en la red). Pero, ¿qué ocurre cuando nos presentan una imagen de un hecho real de la Historia (con mayúsculas) y más tarde descubrimos que no lo es? Desmontamos la manipulación fotográfica, el arte de engañar a nuestra memoria histórica. ¿Os apetece? Vamos allá.

Las imágenes tienen el poder de situarnos en un lugar determinado, en un tiempo único. Su mensaje es directo. Sin miramientos, ni florituras. Pero, desde el nacimiento de la fotografía existe la manipulación. Dirigentes políticos como Hitler, Stalin, Mussolini, Franco o Castro (sólo por poner algunos ejemplos) han ejercido un férreo control sobre la prensa y las fotografías. De su mano hemos visto las manipulaciones más flagrantes: eliminan personajes que no gustan, recortan escenarios o pegan diferentes poses que los favorecen.

La Revolución Soviética. Adormecer conciencias

El líder soviético Lenin fue todo un experto en ordenar trucar ciertas imágenes. Durante el periodo en que estuvo al mando trató de concienciar ideológicamente al pueblo, mayoritariamente analfabeto, con la intención de construir un nuevo Estado. En esta época, la manipulación se desarrollaba, sobre todo, mediante carteles propagandísticos y periódicos murales. Su sucesor, Jósif Stalin eliminó a Nikolai Yezhov ( imagen 1 y 2 de la derecha), y lo sustituyó en la imagen final por el agua del canal ruso Volga. En otra ocasión también ordenó que modificaran una imagen para que incluyeran su figura al lado de los grandes protagonistas de la Revolución de Octubre, que se encontraban en una recepción en Finlandia. Y en la celebración del segundo aniversario de la revolución rusa en la plaza Roja, hizo suprimir la imagen de Leon Trotsky y Lev Kamenev. El único que se salvó de la censura fue Lenin.

El Stalinismo no sólo eliminó a personajes y miembros del gobierno de las fotografías, sino que también intentó amedrentar a la población con la publicación de imágenes macabras. En una imagen tomada en 1922, la esposa de Lenin, Nadezha, estaba siendo apuntada con una pistola en la cabeza, pero en realidad se trataba de un telescopio.

Los totalitarismos. Exaltación del poder

No sólo los rusos se sirvieron de estas sutiles armas de propaganda sino que también lo hicieron personajes como Hitler, Franco o Mussolini. El 23 de octubre de 1940, Hitler y Franco mantuvieron una entrevista en la localidad francesa de Hendaya. En la imagen final de este encuentro se ve a Franco con una mano elevada hacia el frente. Sin embargo, la imagen difundida por la agencia EFE está manipulada. En la fotografía original, Franco mira hacia el suelo. Detrás, sus acompañantes también fueron modificados. La agencia de noticias española no advirtió de dicha manipulación. “No podemos asegurar que no se aclare por desconocimiento de la trampa o por tener la intención de hacerla pasar por verdadera y original, lo cual sería aún menos profesional que la propia manipulación” señala Daniel Caballo en su tesis doctoral.

Otro claro ejemplo de manipulación es el ordenado realizar por Hitler, en el que se elimina al ministro de propaganda, Joseph Goebbels, por una cuestión de celos. En la imagen original ambos aparecían al lado de la actriz Leni Riefenstahl, posible amante de los dos. “Esto podría perjudicar a la imagen del dictador ante la opinión pública”, apostilla Caballo.

Otros mandatarios como Benito Mussolini o Fidel Castro también se han dejado seducir por la técnica de la manipulación. Éste último en concreto hizo desaparecer de una fotografía al líder revolucionario cubano Carlos Franqui. En 1959, aparecía en una imagen y fue eliminado de la misma cuando criticó al régimen por su apoyo a la “primavera de Praga”.

En la actualidad estamos tan acostumbrados a utilizar al cirujano de las fotografías para embellecer, retocar o manipular una imagen que ni siquiera nos planteamos esta cuestión cuando observamos una fotografía. Sin embargo, el problema de la manipulación no es tanto que se utilice para embellecer un producto, sino que su fin último sea engañarnos, confundirnos y utilizarnos, tal como han sido engañados nuestros predecesores del siglo XX. ¡Ahora ya lo sabemos!

Más información: El británico David King realizó una exposición llamada Stalinfagia donde recogía y documentaba casos de manipulación.
Documentación: CABALLO MÉNDEZ, Daniel, (2004) Fotografía y realidad: la manipulación fotográfica en la era digital. Madrid: Tesis doctoral.

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