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domingo, 10 de junio de 2007

Cambio climático

PhotoEspaña dedica una exposición a la escasez de agua. En Madrid, muchas organizaciones no gubernamentales salen a la calle varias veces al año para reivindicar a los políticos que el planeta está en peligro.Ésta es la última manifestación en la capital...




PhotoEspaña se compromete con el cambio climático

PhotoEspaña dedica un espacio al cambio climático con la muestra Agua esCasa, en la que participan Chico Batata, Paco Campos, Raimundo Valentín, Diego Azúbel, Mike F. Alquinto y Red Luna.

Las fotografías fueron realizadas entre 2003 y 2007 en países como Brasil, Darfur (Alfasher), China o Filipinas (Manila y Malabon), donde la escasez de agua potable y la contaminación son una constante. Los fotógrafos denuncian con sus cámaras el uso irracional del preciado líquido elemente y muestran como la aceleración del cambio climático no es una UTOPÍA, sino una realidad. Las fotos pertenecen al archivo de la agencia de noticias EFE.

¿Dónde?

El espacio elegido para mostrar la colección es en el nuevo acceso de la Estación de Cercanías de Nuevos Ministerios (AZCA). El horario para verla es de 06.00 horas a 24.00.


El Festival de la Fotografía: PhotoEspaña



Hace quince días que arrancó el Festival Internacional de Fotografía, PhotoEspaña, en Madrid. La muestra se clausura el próximo 22 de julio. Pero todavía queda tiempo para disfrutar exposiciones, debates, proyecciones de cine, conferencias y premios.

PhotoEspaña cumple diez años. Para conmemorar su aniversario, los organizadores han programado cuatro espacios alternativos más como Aranjuez, Cuenca, París y Arles.

Las salas donde se pueden ver las exposiciones de la capital son:

- AZCA. En el nuevo acceso de la Estación de Cercanías. Metro Nuevos Ministerios
- La sala de exposiciones Azca. Edificio del BBVA
- La Biblioteca Nacional de España
- La Casa de América
- El Centro Cultural Conde Duque
- El Centro Cultural Aguirre (Cuenca)
- El Centro Cultural Castilla la Mancha
- El Centro Cultural de la Villa
- El Círculo de Bellas Artes

Otros espacios son:
- Museo Reina Sofia (MNCARS)
- Museo Thyssen-Bornemisza
- Museo del Prado
- Casa de América
- Círculo de Bellas Artes
- Centro Cultural Conde Duque
- Fundación Telefónica
- Matadero de Madrid


Pensamiento muerto

Y pensé que habría un reencuentro con sabor a dulce algodón de azúcar. Un viaje planeado con el único fin de hacer una realidad que quedó guardada en la despensa durante tres meses. Casi el mismo tiempo que tardé en emborracharme y beber el sudor ardiente de su piel. Derrumbada en falsas ilusiones deambulé perdida en una vida onírica y desprovista de realidad. Regué mi corazón con encuentros fantásticos. Te odié, te quise y te busqué. Exploré aquí, allá y en el más allá y no te encontré. Me escapé. Me escapo. Me escaparé.

Aprender a quererse es un largo camino que lleva implícito explorar en lo más profundo de nuestro ser. El sur. Un viaje para apaciguar el dolor de un adiós y de una despedida con sabor a otra piel. Rumbo a a la ciudad del sol dejé atrás un pequeño pueblo del sur de Andalucía. Un lugar donde nadie es dueño de sí mismo.

Un dedo acusador se enfrenta a vidas ajenas y robadas en tierras secas, pesadas como tormentas. Paisajes de tonos pastel. Vidas rotas por destinos inciertos. Almas libres que se pegan a la modernidad de las telarañas. La España profunda, donde nadie sabe quién es y no importa lo que eres o quieres ser. Niñas de corazón robado. Hombres que nunca dejan de ser niños delante de la barra de un bar. Ojos borrachos que se pierden en la fría nocturnidad del otoño. Sueños rotos por la mentalidad de otro tiempo, ese que no apetece volver a recordar y que se mantiene intocable al pasar de los segundos frágiles y los minutos vacíos.

Pulso acelerado. Ansiedad borracha de cebada. Las nueve, las diez, las once... Ninguna hora calma mi dolor. Mañana no existe y hoy duele. No soy nada. Me reencuentro con la nicotina, que calma mi ansiedad. No tengo miedo, pero estoy temerosa de no controlar los fuertes latidos de mi corazón. Fuiste ladrón de almas y me robaste mis recuerdos.

Te atrapé. Te encerré. Nunca más te dejaré volver a entrar. Liar rollos de fino papel y leves pensamientos concisos. Soy un cuadro impresionista que dejo atrás, en el olvido, en el norte de Europa. Jamás te prometeré nada.

El calor me calma y me aclara las ideas. En el sur se ahogan mis pensamientos entre los recovecos de sus calles laberínticas de color ocre. La luz, el color, el olor a jazmín me reconfortan. Días de confidencias y recuerdos.

Te olvidé en el ruido de mi soledad. Sonido de guitarras y cruce de miradas en estaciones desconocidas, detenidas y encerradas.

Arcos múltiples que alcanzan el cielo, abrazan mi camino y me inspiran viejas historias de árabes y cristianos. El amor es el sentimiento más admirado del mundo...

Un olor: el jazmín
Un libro: Siddartha
Una película: Algo parecido a la felicidad
Un idioma: el japonés
Un acento: el andaluz
Un color: el negro


Isabel Múñoz, una arquitecta del cuerpo humano. Cómo conmover con la mirada?

Isabel Muñoz. Imagen tomada del blog Concha Mayordomo.


Poco importa donde nació Isabel Múñoz, porque lo más destacado de esta fotógrafa catalana es su capacidad de conmover a través de su mirada. Sus primeros trabajos se centran en el estudio del cuerpo humano y hasta en las partes más oscuras, encuentra la belleza. Busca la intemporalidad y utiliza el blanco y negro para distanciarse del tiempo. "El color cuenta demasiado", afirma. Para ella la mirada no miente, como tampoco lo hace la suya.

Huye de lo frío. Cincela con luz la piel de sus fotografiados hasta convertirla en piedra. Grandes catedrales del cuerpo que impresionan por su silencio, sus gritos y su misterio. "No puedo fotografiar nada que no pase por el corazón". Isabel Múñoz, tranquila, sencilla y obsesiva busca las formas de la vida. Lleva más de 20 años detrás de una cámara y certámenes tan prestigiosos como el World Press Photo han reconocido su trabajo.

Profesional inquieta que rebusca, remueve e investiga el uso del platino en color sobre papel de acuarela con la técnica de la platinotipia. Sus fotografías son como la poesía pura de Juan Ramón Jiménez. Imágenes que desnudan el ser, que navegan por diferentes aguas y realidades. De Japón a Estados Unidos. De Suiza a Grecia. De Bélgica a Italia. Sus fotografías muestran rostros desgarradores y texturas indescriptibles. A continuación os mostramos algunas imágenes de varios de sus trabajos.
 



Quieres saber más:

Mag Madrid

Entrar. Subir. Bajar. Correr. Nadie tiene tiempo de escuchar una palabras de más. Con prisa, sin rumbo o con él, días de sol, lluvia, frío o café. Cafeína para despertar mentes, pesadas y aturdidas. Camino hacia SOL. Espero sentada en un rincón del metro, en un espacio del mundo, del fin del mundo. El metro no es más que una lata de sardinas en conserva, que conserva el TIEMPO, que transcurre envuelto en ACEITE-FORMOL. Y, de repente, me golpea el recuerdo de una noche ebria y sin control. Camino a casa bajo la sombra de una sonrisa torcida, que se tambalea buscando el equilibrio. La serenidad y la calma. Ahora es una parada de autobús. Espera cálida en una noche cualquiera. Un tipo extraño me da un cigarrillo. Se acabó el placer de liar el tabaco. Doy una larga calada. Mis pulmones se llenan de nicotina, al igual que mi higado se empapa como una esponja de alcohol. Tranquilo paseo hasta la puerta de mi casa. Un hogar conocido de desconocidos que duermen y luchan contra el duermevela del día. Vuelvo a sonreir. Me despido del tipo con un efusivo abrazo, fruto de una noche OLVIDABLE. Hablo sola, vómito palabras antes de despertar del sueño, regalo confidencias en la calle Preciados. Stop. De rian. Intercambio impresiones, pinceladas abstractas a ANTOINE. Me dejo llevar por la emoción. Encuentros y desencuentros. Antoine. Él y yo continuámos hablando en un rincón de un bar. Un buen o mal hombre, no lo sé, me regala una rosa. Vuelo en nube hasta el sueño narcótico de mi maltrecha alcoba. Ropa revuelta, esparcida por un minúsculo habitáculo. Sueño. Por fin llegó la TRANQUILIDAD.