Blog sobre reflexiones personales, fotografía y música independiente.

martes, 18 de enero de 2011

Buzón de voz

Antes de empezar, un poco de música:


Ahora ya estás listo para leer: Buzón de voz

Hoy era  uno de esos días en los que hasta hace cinco minutos me encontraba de "puta madre". Tumbada en el sofá, escuchando "O Grande Amor", de Stan Getz y Joao Gilberto Feat, maestros del bossa-nova. Fumando un cigarrillo en uno de los pocos sitios en los que no te van a fiscalizar, ni a tratar como a un apestoso, ya sabéis lo de la "jodida" ley... Pues eso, mi casa. En el salón, con la luz de la lamparilla encendida, creando un ambiente candente, acogedor. De esos que sólo se disfrutan algunas veces, por ejemplo tomando un sorbito de vino en buena compañía, con tu pareja, abrazados en el sofá, con los pies entrelazados en el reposabrazos... Hasta que sonó el maldito teléfono. ¡No! Ahora no.

Mi futura suegra. Identifiqué al parpadear la luz del móvil. ¡Ya me ha jodido el momento!. ¿Qué querrá?, pensé. Ya sé que su hijo hace tiempo que no va por casa, que seguro estará muy flaco... Las excusas de siempre. Intencionadamente, decidí pasar de todo y no le devolví la llamada... Sin embargo, después de un buen rato, me asaltó una bofetada de pensamientos. ¿Le habrá parecido mal?, ¿qué excusa le puedo poner? La de que estaba en la cocina ya la he contado millones de veces y la de que no escuché el teléfono porque lo tenía en silencio también. En fin. No me encontraba bien. Llegué a casa cansada. No tuve un buen día... también me parecían opciones alternativas para excusarme, y muy aceptables. 

En el fondo ella no tendría por qué dudar de mi sinceridad. ¡Si siempre habíamos sido sinceras en cada uno de nuestros gestos! Vamos que la primera vez que nos conocimos, nos miramos de arriba a bajo sin apenas pestañear. Y con un tímido "encantada de conocerte" nos dimos dos besos, uno por mejilla. Sus palabras eran dardos envenenados al hacer cualquier pregunta. ¿Has estudiado, no?, ¿y tampoco fumas? Parecía que te estuviera fiscalizando en lugar de ofrecerte su apoyo. Aquella vez nos despedimos con un "hasta luego" frío y distante. Luego la relación se enderezó, y hace unas horas tendría que haber activado el buzón de voz.

martes, 11 de enero de 2011

Querido Amor:


Cumplimos cuatro años. ¡Qué pronto ha pasado todo este tiempo! No sé si te habrá ocurrido como a mí, pero yo ni me he enterado… ¿Te acuerdas de la primera vez que quedamos? Fue un día de trabajo. Te acercaste a mí y me preguntaste si me apetecía tomar unas cañas. Ni me lo pensé. Hacía tiempo que me había fijado en ti. Estaba deseándolo. En aquel bar nos tomamos nuestras primeras cañas, pero también nos dimos nuestro “casi” primer beso, por lo menos muy cerquita de allí. Resguardados bajo la puerta de salida de algún local de Huertas, tipo “La Salsa”. Chiringuitos “chumineros” maquillados con carmín y traje chaqueta los viernes y sábados. Sí, pues allí te acercaste. Me besaste… y lo demás se queda en nuestra memoria… También recuerdo cuando un día más tarde... me enviaste un mensajito que yo no supe interpretar, y al principio te envié otro sin quedar contigo en... ¡Nada! Me di cuenta cuando ya había pulsado el botón: enviar mensaje. Aquel fue nuestro primer domingo. Nos fuimos a una exposición en el Museo de Caja Madrid. Luego a Lavapiés a tomarnos un té. Después paseamos por la Latina. Y a mí... ya me costó despedirme de ti. Fueron pasando los días hasta que llegamos al puente de la Almudena, que te fuiste de viaje con tus colegas... y luego nos encontramos en otro lugar, en otra casa, en otro sofá. ¡jajaaja! ¡Recuerdas cuándo Eva se enfadó porque no iba a su cumpleaños! El hecho es que hacía unos días, unas semanas, que la cuenta atrás del pasar del tiempo, había iniciado su ligera descarga de arena...