Blog sobre reflexiones personales, fotografía y música independiente.

jueves, 19 de julio de 2012

Cocoroise hipnotiza a un público entregado en el Circo Price de Madrid


Cocoroise en Madrid en el circo Price


El pasado miércoles 18 de julio de 2012, éramos muchos los que queríamos ver a Cocoroise... ¡en directo! A pesar de ser su tercer concierto en Madrid, el público esperaba a las hermanas Sierra y Bianca con los brazos "bien" abiertos, con la platea casi llena. Lo hacíamos con tantas ganas, que nos daba igual hacerlo unos segundos más tarde. Sobre el escenario, un arpa iluminada. Arranca el concierto.

En el Circo Price, dentro de la programación de los Veranos de la Villa, se vivieron momentos realmente emocionantes, como cuando una de las hermanas Casaday, Sierra, se lanzó sobre el público, a modo de guiño. Escurriéndose entre las manos, como el vaivén de una ola, éste la devolvía de nuevo al escenario, donde parecía sentirse a gusto. Aquí presentaron "We are on Fire", su último trabajo, cuyo tema homónimo está producido por Dave Sitek, de TV On The Radio.




En el Price, ese espacio único con apariencia y acústica de circo, nos sentimos embaucados por su inigualable derroche de estilo... y el preciosismo de sus voces. Blanca y Sierra. Coco+ Roise. Roise y Coco. Cocoroise no defraudaron y el público se lo recompensó con golpes en las gradas... pidiendo con silbidos una más... Sí, como en Casablanca. ¡Tócala otra vez, Casaday!

Se cumplían casi 2 horas de concierto y no, no nos queríamos ir.

Cocoroise, Roots Rajasthan y dj Tez 

 

Cocoroise no llegaron solas, las acompañaban un nutrido grupo de músicos. El público bailó con ellas pero también se entregó a la banda hindú-folk, Roots Rajasthan y a la voz del dj beatboxer, Tez. Embaucadores de serpientes. Áquel no fue un concierto cualquiera, sino una ópera contemporánea, una performance, un cuento moderno,... Fueron las mil y una noches llenas de danzas del vientre, voces de falsete, sonidos de tambores, arpas, pianos, flautas chinas... 

Las hermanas Casaday abandonaron en esta ocasión parte de los instrumentos de "juguete" que caracterizaban discos anteriores, como el ya lejano Noah´s Ark (2004), del que tocaron el tema "K-Hole". Se pudieron escuchar canciones de su último trabajo, como "God Has a Voice, She Speaks Through Me" o "Tearz of Animals" (en cuya versión original participa mi querido Antony Hegarty)... o "Undertaker", "Smokey Taboo" o "Fairy Paradise" del disco Grey Oceans (2010). Pero también los clásicos "Werewolf", "Japan" del disco The Adventures of Ghosthorse and Stillborn (2007). Se vivió una noche de acid folk, hip hop y electrónica, lo mejor del estilo New Weird América.

Sí, lo reconozco, no pude controlar "no moverme" cuando las obeservaba hipnotizada. Ella era él y ella era a ella, como lo apolíneo y lo dionisíaco, como el blanco y el negro, como el ying y yang. Una más preciosista, como una soprano, la otra más infantil con su particular falsete. Una parecía como si nunca supiera de la otra. Una, vestida con peto amarillo y una gran flor coronando su cabello, y la otra, vestida con una gran túnica de color tierra y un gorro de apariencia oriental. Derrocharon simpatía a raudales. La vida las separó y el escenario las unió. En dos palabras: ¡auténticas y humildes! Cocoroise.

viernes, 13 de julio de 2012

Y el ganador del PhotoMaratón organizado por Photoespaña 2012 es...


Foto presentada en el PhotoMaratón ©
El día amaneció radiante y un sol de justicia abrazaba las calles de Madrid. El 7 de julio de 2012, en la Fundación Canal arrancaba el PhotoMaratón organizado por Photoespaña y patrocinado por una conocida marca de cervezas, a la que aprovecho para darle las gracias por su patrocinio y, sobre todo, por invitarme a una cerveza fría, sin alcohol, aunque haberlas "con" las había. Yo llegué un poco tarde, como de costumbre.

Feliz como una perdíz desenfundé mi "apreciada" cámara Canon 400D. En los jardínes de la Fundación Canal había varias mesas en las que los casi 1000 participantes teníamos que inscribirnos, previa solicitud. El personal nos proporcionó un dorsal y una ficha que "medio" garantizaba nuestra participación. El mío era el 1082. El objetivo era buscar, olisquear, captar la mejor instantánea que reflejase el concepto: "Celebra lo que tienes". Sí, en tiempos de crisis no era un mal eslogan, ideas había muchas, pero ganas también.


Jardines de la Fundación Canal, lugar de salida  ©


Así pues teníamos hasta las 17.00 horas para sellar nuestra inscripción en la plaza del Dos de Mayo y en la de Comendadoras. Si no, ¡fuera del concurso! Al final de la tarde teníamos que reunirnos en la Plaza de Callao. Allí podríamos ver todas las fotos de los participantes proyectadas en una pantalla gigante y elegir a los 3 ganadores finales. ¿Sería yo?

El PhotoMaratón PhotoEspaña 2012 paso a paso

 

El encuentro con Amalia


Plaza Castilla. 12.30 horas. Me subí a un autobús con mucha calma. Allí conocí a Amalia. Cubana de nacimiento y española de corazón. Estaba un poco perdida, pero también algo borracha. Se sentó a mi lado. Así, como quién no quiere la cosa, nos miramos y empezamos a conversar, aunque más bien aquello acabaría siendo un pseudo-monólogo. ¿Has visto a esa pareja sentada tras la cabina del conductor? ¡Ojalá se dieran un besito!, comentaba sin discreción. Y añadía: ¡Es tan difícil hacer una foto a las personas que realmente quieres! Amalia, en su línea, sacó su cámara e intentó tomarles una foto, ajenos estos a su descarado movimiento, un tanto torpe. Yo mientras tanto traté de aconsejarle que se sentara detrás de ellos. Nada. Ella no hacía ni caso. Por el rabillo del ojo observé como todos los pasajeros del autobús no nos quitaban los ojos de encima. Pasar desapercibida no era su estilo, parecía que ahora tampoco iba a serlo el mío.

Ciertamente la pareja parecía adorable, a simple vista él más enamorado que ella, que sujetaba sin soltar de las manos las bolsas de su mañana de compras. Además, la chica, de aspecto asiático, llamaba la atención, era asombrosamente guapa, vamos guapa "a rabiar". Vestía unos shorts color naranja anudados a su fina cintura y una blusa de seda blanca que caía sobre sus pechos como una suave caricia. Estilosa y con una brillante melena color azabache charlaba animadamente con su chico, que la miraba hipnotizado, sin percatarse de nada de lo que estaba ocurriendo en los asientos contínuos. -Amalia-, añadía yo, -puedes hacer "robados", pero discretamente-. ¡Me estaba muriendo de vergüenza!

Pero creo que Amalia no entendía el concepto de discreción, más bien todo lo contrario. Lo cierto es que no sabía hacerlo de otra forma fruto, quizás, de su estado de embriaguez. -No sabía que iban a dar cervezas gratis. Es la primera vez que participo en algo de este tipo. Pero, pensé, qué voy a hacer yo en casa, tirada en el sofá. ¿Ver la tele? Me miraba "ojiplática". Yo no entendía nada. -¡Se están dando otro besito! Venga, por favor, dale otro besito, repetía como un disco rayado-. La miraba de reojo con cierto asombro, sobre todo cuando me soltó que "tenía el culo mojado". No es que se hubiera hecho pis encima, aunque eso fuera precisamente lo primero que pensé, es que se había sentado en el césped, un par de horas antes del pistoletazo de salida. Entre suspiros, no paraba de repetir que le encantaba la cerveza. -Ahhh, dije yo, y pensé ¿por qué diablos me tocan a mí todos los raros?-. Soy un imán.

Así, a Amalia le entraron las prisas y quiso bajarse del autobús después de hacerme unas cuantas preguntas indiscretas, que contesté con monosílabos y de quejarse de su cámara, que al menos tenía un objetivo Leica con bastante buena luminosidad 2.8, al menos mejor que el mío, que era 3.5-5.6. Antes de llegar a Cibeles intentó bajarse, se lo pensó dos veces y continuó en el autobús hasta el final del trayecto, en Sevilla. Yo hice como que no la había visto. Ella creo que hizo lo mismo. Ambas pensábamos que ya nos habíamos despedido, y así fue. Cada una por su lado. No volví a saber más de ella.

 

Yo y mi cámara, a solas


Durante horas recorrí Madrid en busca de esa imagen, la imagen perfecta, que no encontraba, que no aparecía. Buscaba niños felices jugando a la pelota, subidos en monopatín, familias compartiendo una merendola en el parque del Retiro, parejas que se miraban compartiendo un momento íntimo, ajenos al resto, ...

Estuve en multitud de sitios deámbulando por las calles, sola, con mi cámara. A veces veía una imagen que me gustaba, pero no apretaba el botón y... "voilá", el instante decisivo se había esfumado en mis narices. Otras veces, por timidez, no preguntaba si podía hacer una determinada foto, por ejemplo a unos tiernos viejecitos sentados charlando en un banco. Así que me convertí en una inexperta en robados. En esos momentos... me acordaba de Amalia.

Y nada, pasaban las horas y no llegaba. Así que, me dispuse a fotografiar lo que me apetecía, sin presiones, sin pensar mucho en el tema. Intentaba disfrutar el momento, aunque lo cierto es que sentía cierta presión. Callejeé Sol, Retiro, Gran Vía, Malasaña, Plaza de España, el Templo de Debod... Me tomé un café en Conde Duque... Al final lo importante para mí era participar... Y así fue. Llegaron las 19.30 horas y entregué mi foto y me regalaron, como a todos los participantes, la impresión de la fotografía que quisiera (elegí la última de las fotos que podéis ver).




Plaza Callao, el centro de todas las miradas


PHotón realizado por el fotógrafo Luis de las Alas

Por la tarde, el fotógrafo Luis de las Alas, realizó el PHotón, una gran foto de familia que inmortalizó desde una azotea de Gran Vía. Nosotros, los participantes, hicimos lo mismo, lo fotografíamos simultáneamente.

PHotón inverso realizado con mi cámara ©


Y la tarde-noche mientras tanto caía... Los participantes que resistimos, que éramos un puñado, manteníamos viva la ilusión por ver nuestras fotos proyectadas en el epicentro de la ciudad, en Callao. También nos picaba la curiosidad por ver otros trabajos. Así que aguantamos.

And de winner is... 


Al final, después de mucha espera, un jurado compuesto por Andrés Pérez Peruca, director de Ateneo americano de Casa América, el mencionado fotógrafo Luis de las Alas, y Luis Posada, subdirector de PHotoespaña, eligieron a los seleccionados. Ayudados, cómo no, por un nutrido grupo de twitteros, que seguían el evento a través de las redes.

Los 10 finalistas fueron Miguel Ángel Gómez Balbuena, Matthew Lazenby, Jesús García Martín, Blanca Mendiguchia Herrera, Virgilio Hernando, David Aíbar Carretero, Diego Hernández Guijarro, Óscar Arribas Burgos, Puri Manglano Jurado, Miranda von Breymann.

Los ganadores fueron estos 3 últimos (Óscar Arribas Burgos, Puri Manglano Jurado, Miranda von Breymann) que se llevaron 600€ y 52 cajas de cervezas, 300€ y 24 cajas y 300€ y 12 cajas de cervezas respectivamente. Aquí os dejo sus imágenes.

Foto ganadora de Óscar Arribas Burgos  ©


Segundo premio para Puri Manglano Jurado ©

Tercer premio para Miranda von Breymann  ©    


¡Enhorabuena a todos ellos!

viernes, 6 de julio de 2012

De él me gusta todo... y ¿a ti?

Me gusta... De él me gusta todo. Me seduce su andar raído, desgastado por las suelas que pisan el asfalto sin prisa, sin rumbo... También me persuade su lento caminar que inconscientemente hace que se desplace un pie tras otro, con la seguridad de quien sabe que las cartas le son siempre favorables, como en una partida de poker, con una mano improbable de "flor imperial". Me gusta su andar sinuoso, cadente, lento, pausado...que esconde bajo sus zapatos SEGURIDAD.

¿Y su pose?, también me gusta... como la de quien sabe que las puertas se abren a pesar de que a veces parecen cerradas a cal y canto, sin opciones. A mí me encanta. Me atrae. Me hechiza que sepa arrancarte una conversación profunda, aunque haya poco en común con el otro, con el reflejo que proyecta nuestra imagen en el de enfrente, como un espejo, como nuestro alter-ego, ese que a veces hace que las palabras no fluyan, se atasquen como si no supieramos hablar, o pronunciar una sola palabra, ni una sola VOZ.

Me fascina... su serenidad que, como un director de orquesta, fluye y da ritmo al sonido que aparece cuando se conjugan las palabras atascadas y los verbos se empiezan a enredar, a enmarañar y se hacen un lío sin encontrar consuelo en el adecuado, el exacto, el que debía ser pero no fue, en el fiel y escudero que se parece más al "objetivo", como que el agua es clara, el cielo azul y el amanecer un paisaje que todos los días nos regala la naturaleza, esa que a veces odiamos y que a veces amamamos porque no podemos vivir sin ella, porque a ella se lo debemos TODO.

Me cautiva... su forma de preocuparse por "los demás". Su instinto natural para llamar al otro, al que está lejos. Me enamora cuando es para coger el teléfono y marcar ese número del que nadie se acuerda, y solo lo hacen algunos, los que están lejos en el corazón, para embadurnarse las bragas de carmín o empaparse el hígado de alcohol..., como si aquello, aquellas noches, fueran una tragicomedia, una farsa que fluye sin rumbo por el campo de minas de las mentiras..., de las que se ocultan en las noches... solo para olvidar. Me conquistan esas llamadas que hace para preguntar- ¡Hola!, ¿qué tal estás?- Sin querer nada a cambio, sin chantajear, sin aprovecharse, sin intereses... Esa llamada que se hace con poca frecuencia para que el otro se pueda desahogar y sacar de dentro aquello que duele, pero que oculta, que pincha, pero no hiere, pero que sí impide respirar, oprime, víctima de su SENSATEZ.

Me seduce... su empatía y su capacidad de vivir, de soñar despierto, de respirar. Su capacidad para pensar en el presente, pero también en el futuro, y en el pasado, sin que se detenga el tiempo, sin que nos sintamos realmente "acojonados" por lo que pueda venir, por lo que pueda pasar, por lo que es y por lo que será, pero que siempre será más difícil ASIMILAR.