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lunes, 8 de octubre de 2007

Narcóticos, pesadillas y sueños

Ilustración de Miguel Gallardo
La primera vez que me siento flotando en una burbuja de felicidad es hoy. Siento como todo mi cuerpo está en paz, con ganas de sonreír a la vida, de sonreír sin parar. Me siento capaz de alcanzar mis objetivos. Estoy pedo. Quizás he pasado la frontera de lo establecido, quizás no. No lo sé. Siento la necesidad de volar. Allá donde me lleve el viento… Eso, es lo único que sé.

El resto de mi vida es una indefinición constante. Una vida desordenada, marcada por pequeños impulsos que me hacen evadirme, sentirme libre en tierra de nadie. Soñar con nubes altas y esponjosas, sonreír desde montañas rocosas y abruptas, como un cuerpo desnudo, con curvas y elipses profundas, que se funde en dos. Marcas del destino.

Las heridas abiertas que se cierran y cicatrizan con narcóticos. El primer día de vida, en un mundo que no es de NADIE. Adorar, amar, soñar, vivir, morir, resucitar… Hoy las teclas resbalan como el óleo en un cuadro expresionista. Pinturas de colores que se escapan del marco. Esclavos del tiempo, de los pensamientos academicistas, de las normas, del ser humano. Conciencia desvaída que se pierde en la lentitud del momento, efímero como una leve sonrisa, intensa como el placer y jocoso como la sociedad en sí misma.Viajar en el tiempo, a otro espacio y a otro momento en un barco de segundos veloces. Un viaje donde los minutos sólo se detienen en el pasado imborrable, inalcanzable e inamovible de lo eterno, trascendente y místico. El sincretismo de lo inmortal y eterno o de lo efímero e intrascendente.

Soñar que caminas sobre olas y que abrazas la espuma de la orilla, suave como la lana, cálida como un abrazo. Observar el mar, que golpea con fuerza el hedor de la esperanza. Unas veces crea sufrimiento y felicidad, otras. Miradas complacientes en un atardecer teñido de naranja y violeta. Un sol que nace en el fin del mundo y que se esconde en la frontera de lo finito. Ojos sinceros y transparentes que hacen daño al calor de la reflexión.


Y a ti, ¿a dónde te gustaría viajar?, ¿cuál es tu sueño? ¿con quién bailas?, ¿quizás con la muerte? ¿quizás con la vida?…

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